Las canciones de soundtrack personal, no necesariamente me gustan, pero son canciones que me recuerdan un momento específico.

El único gay del colegio me lo dijo, había tenido su primera vez con Brendan.

Lo odié, lo envidié porque yo siempre quise estar con Brendan. Lo admiré en secreto desde primaria. Pero como estar con él sino no estábamos en la misma clase, ni éramos amigos.

Así que planifique todo para que sucediera. Primero, tendría que hacerme su amigo.

Como era de los chicos que se ponían a jugar futbol en los recreos, pues yo también debería hacerlo (que XUXA pensé).

Como usualmente nadie quería jugar de arquero me ponían a mi (de ahí mi experiencia en el arco, recuerdan este post)

Tuvimos la suficiente confianza como para hacernos algunas bromas, y hacernos la taba* al salir de clase, pero nada más. Y era muy tímido entonces como para hacer algo más. Y así estuvimos hasta que llego el último día de clases.

Ya habían entregado libretas, a la salida lo busco con la mirada, lo alcanzo. Él me dice que sería paja** que me fuera a su casa un día, yo ya había entendido que este jugueteo había obtenido fruto y que ya sabía que babeaba por él (ok, era un poquito obvio), me dijo que tenía que irse y me dijo que apuntara su número. No tenía donde, era el último día de clases, así que lo apunte en mi mano. Pero yo, tremendo jeropa, me olvide que lo tenía apuntado, solo al llegar a casa me acordé y lo primero que hice fue apuntar el número, pero ya había desaparecido la mitad, estaba borroso. Odié mi mala suerte.

Al próximo año, él no apareció, y mi primera ilusión desapareció por completo.

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Hace una semana, mientras reviso mi Facebook, veo una invitación de él. Lo acepto, está en línea, hablamos, mientras reviso sus fotos, está igual de guapo, casado, con hijos. Veo una foto suya con el equipo de su empresa, buenas piernas, el típico cuerpo de chico pelotero, tiene un par de años más que yo. Pásame tu fono me dice. Se lo escribo. Me llama. Reconozco su voz, y las tardes jugando pelota mientras me obsesionaba por él. Quedamos en tomar algo.

-te puedo contar algo- me dice Brendan con su chela en la mano

-si claro-contesto

-siempre espere que me llamaras.- me dice

-sorry, pero es que perdí tu número-le digo medio coqueto y con una sonrisa en la cara

-mi hermana me odió ese verano quería que te llevara a casa para poder “conocerse mejor” (e hizo el comillas con sus dedos, como yo siempre hago), le encantará volver a verte.

Con cara de huevón lo acompaño en su risa. Yo pensando que después de quince años se me hacía, cuando lo que quiere él conmigo, es enchufarme a su hermana.

pd: hacer la taba.- acompañar a alguien caminando o por extensión acompañar a alguien

pd2: paja.- en este contexto, chévere, divertido, genial.